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El último aliento de Napster
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Octubre 02, 2002 - 23:17
Varias compañías hicieron su oferta para quedarse con la marca y el dominio Napster. Una propone utilizar el sistema para intercambiar pornografía
Napster ha muerto pero no contentos con eso y conscientes de que aún puede ser un negocio, son muchos (y no justamente sus deudos) los que se pelean por quedarse con sus restos. Ya sin estructura y sin empleados (los últimos 42, incluido Shawn Fanning su creador, fueron despedidos hace pocos días) lo que queda es apenas su marca y su dominio en la Red, lo que no parece ser poco para la docena de compañías que se los disputan. La semana pasada finalizó el período estipulado por el proceso de bancarrota para la entrega de ofertas por la compañía las que en este momento están siendo analizadas por el banco que interviene y supervisa el proceso (BDO Seidman LLP a través de su unidad de banca de inversión Trenwith Securities) el que suministrará su recomendación al comité de acreedores quienes, finalmente, deberán decidir con cual se quedan.
De esta manera tal vez se llegue al desenlace de la lenta agonía del sistema que originó la revolución más grande en Internet hasta el momento y que, seguramente, será motivo de estudios, libros y hasta películas. La herida de muerte la propició quien, en teoría, iba a ser su salvador, el gigante alemán de medios Bertelsmann al desentenderse del asunto con un par de “elegantes” maniobras a las que, indirectamente, colaboró el juez que interviene en el proceso de bancarrota de la empresa.
El magistrado (Peter Walsh) dispuso que no era aceptable la oferta de Bertelsmann para hacerse cargo del control total de la compañía (lo que “probablemente significará su liquidación” en sus propias palabras) por lo que abrió el juego a una etapa distinta: ya no la de reestructuración y salvataje de Napster sino la de, directamente, liquidar sus activos al mejor postor. Quién será, es lo que se decidirá en pocos días más.
Entre los oferentes se encuentra un grupo español dedicado al “entretenimiento de adultos” (léase pornografía) que pretende aprovechar la “marca “ Napster y el sistema de peer-to-peer para ofrecer material pornográfico. “Adquirir Napster es nuestra forma de crear un mercado peer-to-peer de contenidos para adultos en un ambiente cerrado”, señaló Charles Prast presidente del grupo Private Media de Barcelona. Con el sistema, los adultos podrían intercambiar material pornográfico pero también acceder a “bajo precio” al catálogo propiedad del grupo. Por el dominio y la marca Napster los españoles ofrecieron un millón de sus acciones lo que equivale a unos 2.8 millones de dólares.
Si finalmente el sistema que utilizaron 80 millones de aficionados a la música se convierte en un servicio para intercambiar material porno o en otra cosa, es lo que se develará en pocos días en lo que tal vez sí sea el último capítulo de esta saga.
Por Intelmax.com
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