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Reglas de oro para una larga vida
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Si bien muchos factores circunstanciales son determinantes para la cantidad de años que se vivan, también los hábitos alimenticios y sociales son preponderantes para alcanzar una larga vida longeva y sana.
El Dr. Roberto L. Kahn, coautor del libro Successful Aging, nos da los siguientes consejos:
No te aísles. Se ha comprobado que permanecer relacionado con parientes, vecinos o compañeros de trabajo puede mejorar la salud física y mental. El riesgo de sufrir una muerte temprana se reducirá de dos a cuatro veces en comparación con personas que se mantienen aisladas.
Tips:
Comunícate. Escribe, habla por teléfono o envía correos electrónicos a tu familia y amigos, varias veces por semana.
Busca nuevas amistades. Inscríbete a una asociación relacionada con la actividad que más te interese.
Invita a tus amigos. Organiza reuniones a las que acudan tus viejas amistades y diles que inviten a nuevos amigos. Así, tu círculo se ampliará.
Evita el estrés. El estrés intenso y prolongado, ocasiona estragos en tu cuerpo. Afecta el sistema inmunológico, las defensas bajan y surgen enfermedades o se empeoran los padecimientos existentes, como hipertensión, colitis, cáncer y otros. También se puede dañar un área del cerebro, ocasionando la pérdida de la memoria.
Tips:
Deja pasar las cosas que están fuera de tu control. Si sientes que una determinada situación te tensa, cálmate y pregúntate si puedes hacer algo al respecto. Si tu respuesta es “sí”, actúa y arregla la situación. Si la respuesta es “no”, acéptalo, trata de olvidarlo y relájate.
Practica la respiración controlada. Cada vez que tengas oportunidad, respira profunda y lentamente. Cuenta del uno al cinco hasta que tu abdomen se llene de aire. Luego, exhala despacio por la boca, contando también hasta cinco. Repite durante dos minutos, si puedes, varias veces al día.
No encierres en ti misma. Ofrece tu ayuda en un grupo voluntario. Brindar amor, tiempo y cuidados te puede dar gratos momentos, no sólo por el placer que significa compartir, sino porque te darás cuenta de que hay muchísimas personas con problemas peores que el tuyo.
Practica yoga, tai-chi, meditación. Cualquier técnica que decidas seguir será la correcta mientras te proporcione bienestar a tu cuerpo y espíritu.
Haz ejercicio. Científicamente está comprobado que hacer ejercicio reduce los niveles de estrés y relaja las tensiones del cuerpo.
Por iago
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