El colorete resalta los pómulos y el resto de las facciones, siempre y cuando lo apliques correctamente.
Aplica Desde las sienes hasta los pómulos con pequeños golpecitos con la brocha, no frotes pues únicamente lograrás dejarte un rayón bastante feo.
Evita el exceso de colorete cerca de la parte exterior de los ojos, ya que esto hace más evidentes las líneas de expresión.
Si deseas dar únicamente un aire sonrosado, concentra el color en la parte más redonda del pómulo, en el centro del hueso, y haz movimientos circulares, pero sin tallar, para obtener un acabado natural.
LA FUERZA DE LA LUZ
El maquillaje del rostro es básico, sin importar qué zona deseas destacar; emplea las nuevas texturas que poseen un baño de luz sin igual.
Antes de empezar aplica tu crema de día habitual.
Pon un poco de base en una esponja y colócala en cinco puntos estratégicos: frente, nariz, pómulos y mentón.
Reparte la base de maquillaje por la cara, incluyendo labios, contorno de ojos y cuello.
Finaliza con una capa de polvo traslúcido para fijar.
Ahora si ya estas lista para apantallar a cualquiera.