Es época de exámenes, de finales, se carga el trabajo, tu novio@ te corta...y tú no puedes dormir. Cuando no podemos dormir nos damos cuenta de todo lo necesario que es, dormir no es solamente un placer, es una necesidad básica y fundamental para el buen funcionamiento de todas las áreas de la vida, porque no solo implica descanso físico, sino mental. Mientras dormimos se inhiben ciertas funciones mentales que dan paso a otras. Por ejemplo los sueños, que son una forma de liberar contenidos guardados en el subconsciente por contener información difícil de asimilar; cuando alguien no sueña puede tener severos trastornos de la conducta...OJO muchas veces soñamos pero no lo registramos o no lo recordamos, lo cual no quiere decir que no tengamos sueños.
Como toda actividad fisiológica humana, el sueño puede ser alterado por diversos factores, estos son algunos de los trastornos que puede sufrir una persona con respecto a los hábitos en el dormir:
Insomnio transitorio: aparece como respuesta a un estímulo regularmente estresante y desaparece al desaparecer este.
Los síntomas con los que se presenta son fatiga o cansancio, ansiedad o irritabilidad, depresión. Somatizaciones ( es decir transferencia de algún síntoma psicológico al cuerpo por una idea fija) constante dolor de cabeza, picazón de ojos; regularmente hay baja calidad de sueño y una cantidad de despertares considerable durante la noche.
Los periodos amplios e intermitentes de falta de sueño pueden ser dañinos y conviene visitar al médico si eres muy estresada y este tipo de insomnio te ataca constantemente; ya que algunas veces es tratado con medicamentos.
Insomnio psicofisiológico: se origina por una serie de pensamientos distorsionados acerca de la actividad de dormir, mientras más aumenta la ansiedad por la incapacidad de conciliar el sueño junto con las estrategias para lograrlo este menos se presenta. En algunas veces un elemento existente en la habitación donde se duerme puede estar provocando el trastorno, esto es comprobable cuando se duerme fuera de casa (una pijamada con amigas, vacaciones, visita a familiares) y se puede conciliar perfectamente el sueño.
Esta tensión y ansiedad puede traducirse en presión baja, tensión muscular alta y agitación. Este tipo de insomnio puede requerir un especialista y probablemente algún tipo de fármacos para ser controlado.
Pseudo insomnio: este se da como un tipo de paradoja, ya que el afectado se queja de insomnio y la calidad y cantidad de sueño son normales, el problema ocurre cuando se comienza a hacer uso de fármacos para conciliar el sueño por medios propios, es decir sin prescripción médica. El tratamiento es en su mayoría psicológico y consiste en demostrar al paciente a través de polisomnografías (mediciones del sueño) que los parámetros de su sueño son normales y evitar a toda costa los hipnóticos.
Apnea del sueño: ¿queeeeee? Pues la apnea no es otra cosa que los ronquidos. Para solucionar un problema el primer paso consiste en aceptarlo, así que después de reconocer que roncas lo que sigue es saber que la apnea es se origina por dificultades respiratorias durante el sueño por alguna obstrucción del tracto respiratorio. Este trastorno provoca cierta disminución de la calidad del sueño ya que hay una cantidad vasta de despertares por la noche lo que provoca estados de somnolencia diurna, dolores de cabeza, sequedad de boca, algunas veces taquicardia y mucha irritabilidad en el afectado lo que provoca además desequilibrio en la familia.
Los tratamientos van desde cambios en los hábitos de dormir (malas posiciones, ingesta de sustancias irritantes), también otra solución se refiere a la intervención quirúrgica y en casos de apnea muy severa se recurre a tratamientos mecánicos. Trastornos por alteración de ritmos circadianos: el humano es un ser cíclico y por lo tanto tiende a dividir su tiempo en periodos, los ritmos que estos periodos acarrean se dividen en ultradianos (suceden las 24 hrs), circadianos (suceden una vez cada 24 hrs) y supradianos (suceden menos de una vez cada 24 hrs). Las alteraciones en los ritmos circadianos surgen a partir de cambios en condiciones cotidianas. En el sueño los cambios de turno o el cambio de horario. El tratamiento va desde organización del tiempo para ajustar el reloj biológico al nuevo horario y al ingesta de medicamentos (prescritos por un médico) para iniciar el sueño y ayudar al mejor asimilamiento de los cambios.
Existen medidas de higiene para el sueño:
Por más básico y obvio que suene la primera acción para dormir bien es evitar aquello que distraiga o impida el sueño, el ambiente de un cuarto debe ser tranquilo y acogedor, la cama debe ser apropiada a las necesidades de cada quien, los colores de las paredes deben ser confortables y dar sensación armónica (olvídate del naranja combinado con azul eléctrico), es decir todo se refiere a óptimas condiciones ambientales.
Los hábitos alimenticios también influyen en el bien dormir, por lo que cenar ligero y evitar estimulantes como el café o los refrescos y cualquier sustancia antagónica al sueño.
Tener un horario fijo para el sueño y realizar una rutina con los mismos hábitos con el fin de regularizar horarios.
Procurar evitar esfuerzo intelectual antes de dormir
Procurar no dormir en horas que no son de sueño
Evitar a toda costa los fármacos sin una prescripción médica.
y...buenas noches!!!!
Por Rocío Medina
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