La metáfora del fuego es apta para ilustrar la naturaleza del existir de las expresiones artísticas y otras manifestaciones culturales. El resplandor breve y costoso de los fuegos de artificio no puede existir sin la brasa del cigarrillo del cohetero; la palmatoria que vela como complemento del ejercicio de la lectura; los rescoldos que entre la ceniza aguardan a la cocinera que madruga para prender la lumbre como paso previo para elaborar sus guisos.
El Instituto de Cultura de San Luis Potosí, celebra este mes con dos aniversarios: el noveno del Museo de la Cultura Potosina, por el que han desfilado cientos o miles de potosinos, muchos de ellos niños, para recibir el primer mensaje -lúdico- sobre su identidad; el séptimo de la Casa del Poeta Ramón López Velarde, punto de encuentro para la escritura, de los autores potosinos y de los lectores con las expresiones más diversas. Casa de escritores y para escritores.
Entre mayo y junio, la Orquesta de Cámara Vladimir Vulfman realizará su octava temporada de conciertos, en el Templo del El Carmen, seguramente su espaciosa nave se llenará de público, como cada año desde el 95 sucede. Siempre estos meses representan la culminación del trabajo constante del conjunto que dirige la Maestra Martha Villalpando Farfán.
Y mientras tanto, como el trabajo de promoción cultural a cargo de la diversas instancias de gobierno no puede ser sin reflexión, sin análisis, miembros de la sociedad civil se han reunido para dar a conocer sus ideas y debatir en torno al tema y el Instituto de Cultura realiza el Coloquio de Cultura Infantil entre el 22 y el 26 de mayo, reuniendo especialistas que vienen de diversas latitudes del país y de aquí mismo, en un programa multifacético.
En fin, es bueno no olvidar que la cultura la hace la comunidad: sus intelectuales, sus artistas.